sábado, 8 de enero de 2011

Saramago.

Creo saber que el amor nada tiene que ver con la edad, como sucede con cualquier otro sentimiento. Cuando se habla de una época en la que se descubre el amor, pienso que es una manera simplista de entender las relaciones entre las personas. Lo que ocurre es que hay toda una historia, no siempre feliz, en torno al amor que hace que se entienda que el amor a cierta edad es natural, y que a una edad avanzada puede ser ridículo. Esta idea ofende a la capacidad que tiene cualquier persona de entregarse a otra, que es en lo que consiste el amor.
Y no lo digo por la edad que tengo y la relación de amor que tengo. He aprendido que la intensidad del amor no depende de la edad. El amor es la posibilidad de una vida entera y, si surge, hay que recibirlo. Normalmente, quienes no piensan de esta manera y tienden a menospreciar el amor como factor de realización personal absoluta son aquellos que no han tenido el privilegio de vivirlo, aquellos a los que no ha sucedido este misterio.

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