miércoles, 30 de octubre de 2013

Contra Jaime Gil de Biedma

Si no fueses tan puta! 
Y si yo supiese, hace ya tiempo, 
que tú eres fuerte cuando yo soy débil 
y que eres débil cuando me enfurezco... 
De tus regresos guardo una impresión confusa 
de pánico, de pena y descontento, 
y la desesperanza 
y la impaciencia y el resentimiento 
de volver a sufrir, otra vez más, 
la humillación imperdonable 
de la excesiva intimidad.