martes, 31 de diciembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
Te traes (Carlos Salem)
Te traes
Saber que andas por ahí
chiquita
comiéndote el mundo con esos ojos
que ya han visto demasiado.
Que no discutes con los pájaros
porque sabes que siempre tienen la razón
(hasta los buitres).
Y que tus piernas largas
dibujan signos de pregunta
que la vida se niega a responder.
Que duermes poco para no perderte nada
y sospechas que todo ocurre en el instante
en que descansas.
Que no les robas las monedas
a los ciegos de amor
ni les compras cupones de la ONCE
para no ganar con trampa.
Que has llorado lo justo y la injusticia.
Que te abres como se abre la mañana
cuando el día merece la alegría.
Que eres tímidamente temeraria
escandalosamente discreta
coherente hasta la contradicción
cometa subterráneo
volcán hecho de nubes
sangre que enciende fuegos
en lugar de apagarlos.
Saber que andas por ahí
chiquita
y que en algún parpadeo me tocas
o te tocas
sin analizar el precio de los besos
ni la cotización bursátil del deseo
hace que el día siga teniendo
el tacto de tus noches
y por lo tanto
me río en la cara de los calendarios
mientras las sábanas bailan
cuando no las veo
un tango feliz de bienvenida.
Y yo
bicéfalo al pensarte
sonrío a nadie
o sea a ti
que llegas y te traes
con esos ojos que ya han visto demasiado
y por suerte
no se cansan
todavía
de mirarme.
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Saber que andas por ahí
chiquita
comiéndote el mundo con esos ojos
que ya han visto demasiado.
Que no discutes con los pájaros
porque sabes que siempre tienen la razón
(hasta los buitres).
Y que tus piernas largas
dibujan signos de pregunta
que la vida se niega a responder.
Que duermes poco para no perderte nada
y sospechas que todo ocurre en el instante
en que descansas.
Que no les robas las monedas
a los ciegos de amor
ni les compras cupones de la ONCE
para no ganar con trampa.
Que has llorado lo justo y la injusticia.
Que te abres como se abre la mañana
cuando el día merece la alegría.
Que eres tímidamente temeraria
escandalosamente discreta
coherente hasta la contradicción
cometa subterráneo
volcán hecho de nubes
sangre que enciende fuegos
en lugar de apagarlos.
Saber que andas por ahí
chiquita
y que en algún parpadeo me tocas
o te tocas
sin analizar el precio de los besos
ni la cotización bursátil del deseo
hace que el día siga teniendo
el tacto de tus noches
y por lo tanto
me río en la cara de los calendarios
mientras las sábanas bailan
cuando no las veo
un tango feliz de bienvenida.
Y yo
bicéfalo al pensarte
sonrío a nadie
o sea a ti
que llegas y te traes
con esos ojos que ya han visto demasiado
y por suerte
no se cansan
todavía
de mirarme.
miércoles, 30 de octubre de 2013
Contra Jaime Gil de Biedma
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
jueves, 24 de octubre de 2013
jueves, 19 de septiembre de 2013
Marea
Mi casa está donde estás tú
los mismos ojos, la misma luz
mi casa está donde estás tú
los mismos clavos, la misma cruz
los mismos clavos, el mismo ataúd.
domingo, 19 de mayo de 2013
José María Hinojosa
Calma
A Luis Buñuel
¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
Los barcos van flotando.
o remontan el vuelo?
Se perdió el horizonte,
en el juego mimético
del cielo y de las aguas.
Se fundió el movimiento,
en un solo color
azul, el azul quieto.
Se funden los colores;
se apaga el movimiento.
Un solo color queda;
no existe barlovento.
¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
domingo, 17 de marzo de 2013
La dama del alba.
ANGÉLICA.- A ella no la conozco. No es de aquí.
PEREGRINA.- Pronto lo será.
ANGÉLICA.- (Volviéndose a la PEREGRINA) No..., es demasiado cruel. No puede ser que me lo hayan robado todo. Algo tiene que quedar para mí. ¿Puede alguien quitarme a mi madre?
PEREGRINA.- Ella ya no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale más que tú.
PEREGRINA.- Pronto lo será.
ANGÉLICA.- (Volviéndose a la PEREGRINA) No..., es demasiado cruel. No puede ser que me lo hayan robado todo. Algo tiene que quedar para mí. ¿Puede alguien quitarme a mi madre?
PEREGRINA.- Ella ya no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale más que tú.
Alejandro Casona
Como el amor, como el primer amor.
Amados como el recuerdo de los besos tras la muerte,
Y dulces como la indiferente fantasía fingida
Sobre aquellos labios que serán de otro;
Profundas como el Amor,
Profundas como el primer Amor,
Salvajes huellas de un pálido remordimiento.
Oh, amarga Muerte en Vida, ellas son el lamento
Por los días que ya nunca serán.
Lord Alfred Tennyson.
Y dulces como la indiferente fantasía fingida
Sobre aquellos labios que serán de otro;
Profundas como el Amor,
Profundas como el primer Amor,
Salvajes huellas de un pálido remordimiento.
Oh, amarga Muerte en Vida, ellas son el lamento
Por los días que ya nunca serán.
Lord Alfred Tennyson.
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